top of page

Versailles revive el legado de Esperando la Carroza con un tour lleno de nostalgia

Un recorrido por las calles de Versailles revive momentos icónicos de Esperando la Carroza. El tour muestra las locaciones principales y brinda datos interesantes sobre la película.

Por: Catalina Massone

El sol brillaba y una brisa ligera soplaba por las calles de Versailles. El barrio dormía la siesta y el silencio reinaba, a excepción de unos pocos bares abiertos. Eran las 14:15 h de un viernes. Eso significaba que, en 15 minutos, comenzaría el “tour carrocero” en la plaza ubicada entre Manuel Porcel de Peralta y avenida Arregui. Allí, alguna vez, había habido una vieja estación de tren, tal como indicaba el cartel que estaba en el medio.

Al fondo de la plaza vacía, un mural ilustraba aquella estación. Además, sobre la pared de piedra, algún artista había pintado a un grupo de personas agarradas de la mano. Hacia la derecha, un dibujo de Mamá Cora (Antonio Gasalla), la protagonista de Esperando la Carroza, tenía una dedicatoria: “A nuestros viejos queridos”. 

El tour congrega a vecinos de todas las edades: los jóvenes hacen memes y los abuelos cuentan historias. Crédito: Catalina Massone.

El reloj marcaba las 14:30 h. A la distancia, apareció Matías Altamore (37 años), fanático de la película y creador del tour. Sonriente, llegó con su mochila y con ropa sencilla. Sin embargo, en un instante fugaz, se disfrazó de Cacho (Darío Grandinetti), el hijo de Emilia. Se colocó una peluca negra y, sobre su ropa, se puso una camiseta de Boca Juniors. Así, comenzaba el famoso “tour carrocero”.  

 

La primera locación fue la plaza Ciudad de Banff. Algunos adultos mayores descansaban, otros caminaban y otros tomaban mates.  Los niños iban acompañados de sus padres: andaban en bicicleta, bailaban y jugaban en el sector recreativo. Este lugar fue locación de tres escenas fundamentales, entre ellas, la primera y la última. También fue el escenario del momento en el que Nora (Betiana Blum) y Susana (Mónica Villa), discuten y “se sacan los trapitos”, dice Matías. Según él, el taco quebrado podría simbolizar la ruptura en el vínculo entre Nora y Antonio, debido a la infidelidad de ella.

Crédito: Catalina Massone.

La siguiente parada del tour era una casa de ladrillos rojizos que parecía abandonada. Había un cartel que indicaba que estaba en venta. Su fachada era pequeña: dos ventanas con las persianas bajas, un garaje y una reja baja que llevaba a unos pequeños escalones negros; estos conducían a la puerta principal. Al costado, había un buzón de metal.

Con pasión y con brillo en los ojos, Matías comentó que aquel lugar era “la casa de los ricos". Según mencionó, lo interesante de la película es que cada hijo de Mamá Cora pertenece a una clase social diferente. Así, representa a la sociedad en su totalidad. Divertido por la anécdota, contó que el auto Mazda RX-7, utilizado en esa escena, fue un préstamo de un amigo de la producción. 

 

 

 

 

 

Matías caminó hacia la próxima locación. Esta vez, era una casa más pequeña. Sus paredes de ladrillo habían albergado a Mamá Cora y al hijo de Dominga (Cecilia Rossetto). Sobre esa terraza se asomó la protagonista para ver a sus hijos organizar su propio velorio. Aunque  hoy las paredes están vacías, los fanáticos recuerdan las macetas donadas por los vecinos. “Los residentes de Versailles fueron muy generosos porque es una película de bajos recursos y de poco presupuesto”, agregó Altamore. 

 

La cuadra estaba vacía. Sin embargo, Matías señaló una casa. Tenía una puerta de madera y un garaje. Allí vivía Fabiana. Su padre había recibido a los actores y a la producción los días de lluvia durante los almuerzos. Además, con entusiasmo, agregó que ese fue el vecino que prestó el colectivo de la línea 108, utilizado cuando Mamá Cora quiere ir a lo de Emilia. 

¿Qué es lo que más disfrutás de hacer el tour?
00:00 / 00:41

Crédito: Catalina Massone.

La tarde avanzaba y el barrio comenzaba a despertarse. A las 16:00 h, el “tour carrocero” llegó a la famosa casa de los “flancitos”. La hija de “Betty”, la dueña de la casa, abrió la puerta para recibir a un vecino y saludó con alegría. Tal es la pequeñez de su cocina multifuncional que los actores tuvieron que aprender a bailar un vals para entender cómo moverse. 

 

Media cuadra más adelante, apareció la casa principal (Echenagucía 1232): el hogar de Elvira (China Zorrilla) y de Sergio (Juan Manuel Tenuta). Pintada de verde, blanco y naranja, está adornada con macetas diversas. Según reveló Matías, la misma familia que recibió a los actores hoy sigue viviendo allí. “Esta película refleja el camino de la vida”, comparte. Comienza con una bebé en pañales, juega a la pelota con los niños, debate con los adultos sobre quién va a cuidar a Mamá Cora y asiste a un velorio

La producción eligió filmar la película en Versailles porque es un barrio tranquilo. Crédito: Catalina Massone.

Se hicieron las 16:30 h. Versailles se levantaba de la siesta. El tour volvió a la plaza Ciudad de Banff, pero esta vez cerca de la calesita de colores. En el parlante, sonaba Somos uno de Axel, mientras los niños viajaban en ella con sus mamás. Cada vez, llegaba más gente para disfrutar del espacio verde y de la temperatura agradable.  

 

Para finalizar el recorrido, con orgullo, Matías propuso su famosa tradición: entrelazar los brazos y recorrer la plaza escuchando Tengo una vaca lechera y, así, imitar a los adultos mayores que aparecen en la escena final de Esperando la Carroza.

bottom of page